Sonaron las 12
Llegué a casa después de un largo viaje, siempre quise viajar, siempre quise partir, pero nunca me gustaron las despedidas, nunca quise lidiar con esa realidad, la de irse para no volver, es por eso que ahora siento que me fui pero que puedo reaparecer, la nostalgia me llama “llena de saudades” como dice mi canción favorita de Jobin.
Escojo el día de mi cumpleaños para regresar, ese primero de noviembre, entro por la puerta de atrás, que rico olor están cocinando lo que a mi me gusta, es como si supieran de mi llegada, están todos reunidos, veo a mis padres mas viejos, mis hermanos han cambiado ¿tanto me he ausentado?
Recorro la casa, paso por todos los cuartos, cuando me tope con esa mesa en medio de la sala, tiene mi foto, tiene las flores q me gustan, los dulces que comía, mi comida favorita, la chicha morada , el suspiro limeño, las galletas de avena . Nunca mas volví a saborear desde que me fui, pero ese día, lo tome todo, volvía a sentir, que lindo es estar en casa. Llegaron amigos de mis papas en el transcurso del día, mama estaba alegre, después de mucho pude ver a mis padres realmente unidos esos eran recuerdos míos de cuando era pequeña, y los veía cocinar juntos “pásame la sal” decía mi papa, mientras mis hermanos ponían la mesa.
Ese día pude sentarme a la mesa, pude saborear lo que cocino mama, reí de los chistes y las anécdotas de cuando era pequeña todos me recordaban, y así transcurrió el día hasta llegar a la noche, me dormí en el sillón de la sala, podía ver a través de la ventana ese cielo paceño tan estrellado.
Amaneció y mama puso un leche chocolatada con una marraqueta encima de la mesa que tenia mi foto, desayune, llego mas gente, esta ves eran los vecinos rezaron, hasta ahora no se por que lo hicieron, me sentía rara era como si estuviera muerta, y no lo estoy, solo me fui.
Cuando llegaron las 12 del domingo sentía que era hora de partir, quería despedirme de todos, busque a mama en su cuarto y estaba doblando las sabanas, cantaba la canción con la que me arrullaba de pequeña, creo q esa fue su manera de despedirme. Y así fue, volvieron a sonar las 12 y yo partí para volver otro cumpleaños.
Llegué a casa después de un largo viaje, siempre quise viajar, siempre quise partir, pero nunca me gustaron las despedidas, nunca quise lidiar con esa realidad, la de irse para no volver, es por eso que ahora siento que me fui pero que puedo reaparecer, la nostalgia me llama “llena de saudades” como dice mi canción favorita de Jobin.
Escojo el día de mi cumpleaños para regresar, ese primero de noviembre, entro por la puerta de atrás, que rico olor están cocinando lo que a mi me gusta, es como si supieran de mi llegada, están todos reunidos, veo a mis padres mas viejos, mis hermanos han cambiado ¿tanto me he ausentado?
Recorro la casa, paso por todos los cuartos, cuando me tope con esa mesa en medio de la sala, tiene mi foto, tiene las flores q me gustan, los dulces que comía, mi comida favorita, la chicha morada , el suspiro limeño, las galletas de avena . Nunca mas volví a saborear desde que me fui, pero ese día, lo tome todo, volvía a sentir, que lindo es estar en casa. Llegaron amigos de mis papas en el transcurso del día, mama estaba alegre, después de mucho pude ver a mis padres realmente unidos esos eran recuerdos míos de cuando era pequeña, y los veía cocinar juntos “pásame la sal” decía mi papa, mientras mis hermanos ponían la mesa.
Ese día pude sentarme a la mesa, pude saborear lo que cocino mama, reí de los chistes y las anécdotas de cuando era pequeña todos me recordaban, y así transcurrió el día hasta llegar a la noche, me dormí en el sillón de la sala, podía ver a través de la ventana ese cielo paceño tan estrellado.
Amaneció y mama puso un leche chocolatada con una marraqueta encima de la mesa que tenia mi foto, desayune, llego mas gente, esta ves eran los vecinos rezaron, hasta ahora no se por que lo hicieron, me sentía rara era como si estuviera muerta, y no lo estoy, solo me fui.
Cuando llegaron las 12 del domingo sentía que era hora de partir, quería despedirme de todos, busque a mama en su cuarto y estaba doblando las sabanas, cantaba la canción con la que me arrullaba de pequeña, creo q esa fue su manera de despedirme. Y así fue, volvieron a sonar las 12 y yo partí para volver otro cumpleaños.
3 comentarios:
uhhhh, que miedo chi...mi hermana es un fantasma!!!
jojojojoj achi ech
snif...me recuerda cuando yo me fui de casa
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